Yolanda Bedregal Poeta de Bolivia Premio Nacional de Poesia
- Justina Campos
- 18 may 2015
- 2 Min. de lectura

La Paz (Bolivia), 1916-1999. Poeta, narradora, artista, ensayista y promotora cultural fue distinguida como "Yolanda de Bolivia" en 1948, por el importante grupo literario boliviano "La 2da Gesta Brava", y como "Yolanda de América" por la Sociedad Argentina de Escritores. Estudió artes en la Academia de Bellas Artes y en 1936, fue becada por Barnard College de la Universidad de Columbia, en Nueva York. Enseñó en varias universidades de La Paz y de Sucre. Ocupó posiciones directivas desde las que se dedicó a la difusión del arte y de la literatura boliviana. En 1973 ingresó como Miembro de Número a la Academia Boliviana de la Lengua correspondiente a la Real Academia Española. Fue distinguida con el Premio Nacional de Poesía, el Premio Nacional de Novela "Erich Guttentag", el Escudo de Armas de la ciudad de La Paz y la Gran Orden de la Educación Boliviana, la Medalla "Gabriela Mistral" otorgada por el gobierno de Chile, y la Condecoración Parlamentaria Nacional en el grado de Bandera de Oro, por el Congreso de Bolivia. Su producción poética incluye: Naufragio (1936),Poemar (1937), Almadía (1942), Nadir (1950), y Del mar y la ceniza (1957).
De rigurosa escritura, Bedregal era consciente de que todo poema debía ser trabajado hasta el punto de reducir lo escrito al menor número posible de palabras. Uno de los aspectos sobresalientes de su poesía es la de combinar la experiencia individual y la colectiva en el contexto de denuncia de injusticias sociales, como la marginalización de la mujer, la discriminación racial y el desamparo de los niños. Tema recurrente en su obra es la conciencia de tener que luchar por los otros ("Mi voz era la muda/rugiente voz de todas las mujeres del mundo"), y saber que a veces ella misma desaparece en esa representación colectiva ("Mi vida nunca fue mía"). El amor mismo comparte esta dualidad ("¡Catacumba de agua, amor! ¡No me conoces!/Ni nadie nos conoce./ Sólo hay fugaces roces/desencuentros, en la prieta mudez de encrucijadas"). Los poemas de soledad existencial agudizan su vena introspectiva.Yolanda Bedregal encontró un lenguaje poético de gran precisión para articular la búsqueda de la armonía entre lo sereno y lo áspero, la luz y las sombras, lo religioso y lo mítico, el respeto por las diferencias y la complejidad de la convivencia. (Nela Rio)
Comments